El 29 de enero se celebra la festividad de San Valero, patrón de Zaragoza.
Aunque mucha gente siempre asocia a la Virgen del Pilar con Zaragoza, el patrón de la ciudad es San Valero, algo que mucha gente forana desconoce.
Por eso, desde CroquetArte, queremos explicar a todos los visitantes que vienen a conocernos en Zaragoza, la historia del patrón de la ciudad.
¿Quién fue San Valero?
Es uno de los santos menos conocidos, ya que hay muy pocos datos sobre él. Se ignora por completo el año en que nació. Lo que se sabe de San Valero, es que fue obispo de Caesaraugusta (actual Zaragoza), que nació en el seno de una familia aristocrática y que fue muy longevo.
Su actividad pastoral coincidió con las persecuciones del emperador Diocleciano. Esta persecución no disuadió al obispo, que junto con su diácono Vicente de Osca (actual Huesca), no cejó en su empeño de difundir la fe cristiana y socorrer a los perseguidos.
Cuando Daciano, gobernador de Hispania, se percató de sus actividades, ordenó que los capturaran y los llevaran a Valencia para ser juzgados. Al parecer, San Valero era corto de palabra, puede que un poco tartamudo, y fue San Vicente Mártir quien se encargó de la defensa de ambos, recibiendo las peores consecuencias. Mientras Vicente fue torturado y ajusticiado, Valero solo fue desterrado.
Tras su destierro, se retiró a la pequeña localidad de Enat (Enate), en el Pirineo, cerca de Barbastro. Allí murió dedicando la mayor parte de su tiempo a la oración, muy anciano, el 29 de enero del año 315 d.C., cuando el cristianismo ya estaba permitido en el Imperio Romano.
Sus restos fueron enterrados cerca del pueblo y en el siglo XI trasladados a la sede episcopal de Roda de Isábena. Finalmente, tras la conquista de la Saraqusta musulmana de Alfonso I el Batallador, sus restos fueron llevados a Zaragoza.
Actualmente su supuesto cráneo se conserva en un busto relicario regalado por el Papa Luna Benedicto XIII, que se encuentra junto al altar mayor de La Seo.
Escultura de San Valero
La entrada al Ayuntamiento de Zaragoza está custodiada por dos grandes esculturas de bronce, creadas por el famoso aragonés Pablo Serrano.
A un lado se encuentra el Ángel Custodio (advocación protectora muy frecuente en distintas ciudades pertenecientes a países del ámbito mediterráneo).
Al otro lado de la puerta del Ayuntamiento, se erige la escultura de San Valero, patrón de Zaragoza.
La escultura está realizada en bronce fundido y patinado y fue instalada el 22 de junio de 1965.
La imagen de San Valero tiene unas dimensiones de 4,63 x 1,85 x 2,56 m y se apoya sobre un pedestal de granito de 1,23 x 1,49 x 1,19 m.
Sin duda, es una de las imágenes más llamativas de la Plaza del Pilar.
Como curiosidad, el 29 de enero es famoso comer el Roscón de San Valero. Aunque en CroquetArte no podemos ofrecerte este manjar, lo que sí que te podemos ofrecer son nuestros famosos croquetones, para después de conocer un poco más la historia de San Valero, hacer un descanso en nuestros locales.